Capítulo XIII: La verdad y nada más que la verdad
- Cristina Campos
- 19 abr 2018
- 11 Min. de lectura

Con la llegada de Tomás Membrado al Real Jaén surgieron muchas dudas y de toda índole: económica, deportiva e incluso social. Tomás presentaría un proyecto ambicioso de Jaén y provincia con la vinculación del aceite de oliva como "mediador".
Nuestro canterano participó en los entrenamientos de la agónica semana que nos enfrentó al Extremadura y que confirmó el descenso al pozo de la 3ª división. Por supuesto no lo convocarían para el partido, pero ya ese entrenamiento llegaba como un premio. Muy tarde, pero un premio al menos.



Ya se sabe que quien siembra vientos, recoge tempestades. El Real Jaén no pasaría un buen año ni deportiva ni institucionalmente y el descenso del primer equipo se consumaba y, con él, se encadenaba el principio del fin para la cantera del Real Jaén a pesar de que, en el famoso programa de Minuto 90 y con Adri, Enrique y Rentero como protagonistas, se pregonara a los cuatro vientos que se iba a contar con la cantera. Una broma de lo más cruel que he visto en mi vida.
El artículo de hoy contará lo que en realidad pasó con nuestro canterano en el convulso y decepcionante verano del 2017.
Borja terminaba la temporada con el juvenil DH el 5 de junio con la consecución de la Copa Diputación y nos marchábamos de vacaciones con la incertidumbre de no saber en qué equipo militaría nuestro canterano en su primer año de senior. Tuvieron lugar muchos rumores que ubicaban a nuestro protagonista en equipos de 3ª División y, de hecho, en la final de la Copa Diputación había voces autorizadas de esos equipos contemplando aquel partido.
Comencemos por aquellos amargos pero necesarios días de descanso en Marbella donde esperábamos con ansia una llamada que no se producía. Sería de tontos pensar que, tras 10 años en el club, no te llamasen ni siquiera para decirte que no se cuenta contigo. A pesar de las malas noticias que se estaban sucediendo como que no habría senior B, que Luichi y Adri salían del Real Jaén o que el Real Jaén de Membrado pendía de un hilo por su deuda con Hacienda y SS, yo era optimista.
Y, entonces, el 22 de junio se convertiría en un día que jamás íbamos a olvidar. El asesor de nuestro canterano le llamaba para comunicarle, tras hablar con los dirigentes deportivos del club, que tanto él como Mario Hidalgo se habían merecido un puesto en la primera plantilla de Valenciano y que, desde el club, se pondrían en contacto para informarle del día y la hora del comienzo de pretemporada. El sueño de nuestro protagonista se iba a hacer realidad: ser jugador de la primera plantilla tras 10 años de formación en sus categorías inferiores. La verdad es que no podíamos creerlo. Yo, que había visto crecer personal y futbolísticamente a mi hermano, no cabía en mí de orgullo. Sin embargo, no fuímos pregonando a los cuatro vientos esta noticia porque ya se sabe que hasta que no lo ves, no te lo crees. Muy poca gente se enteró de esto y en esta fecha. A partir de entonces, nuestro canterano se machacó físicamente para llegar a tono al inicio de la pretemporada con una ilusión que nunca vi en sus ojos y con la responsabilidad y compromiso de hacerlo bien.
Seguían avanzando los días y junio casi había volado. Por prensa, nos enteramos que la pretemporada empezaría más tarde. Concretamente, el 24 de julio. Y también por prensa nos enteramos de algo que, a priori no le dimos mucha importancia, y que después cobró todo el sentido del mundo. El Real Jaén redujo su deuda con los jugadores hasta los 114.000€ de algo más de 315.000€ que se le requerían.
A contrarreloj, el Real Jaén anunciaba el 30 de junio su campaña de abonados y, nosotros desde la misma playa, seguimos por streaming las declaraciones y el acto. Cada vez más ilusionados, cada vez más comprometidos. Aunque el compromiso siempre existió desde que mi hermano pisó el Real Jaén hacía ya 10 años.
Sin embargo, los días avanzaban y a través de las redes sociales, veíamos como se anunciaban los fichajes. Unos fichajes a algunos días de comenzar los entrenamientos que nos hacían presagiar lo que iba a suceder. Lo estábamos viendo venir.
Pero, si en algún momento nos dimos cuenta de que el Real Jaén no iba en serio con sus canteranos fue cuando nos enteramos de que ni siquiera habían llamado a sus jugadores del senior B y del juvenil de División de Honor para decirles que no se contaba con ellos. Al menos una explicación a esos canteranos que un día te defendieron, Real Jaén. Pero no, tenían que seguir en su línea de linchamiento a unos chavales que no se merecían aquel trato (que ni siquiera se dió) tan frío de parte del club que los había visto crecer. Chavales como mi hermano que se criaron y crecieron personal y deportivamente en ese club. Lo lamentable de aquella situación era solo un presagio de lo que se avecinaba.
Sin noticias del club (salvo por comunicados y por prensa), yo empezaba a impacientarme. Si tan claro tenían la presencia de Mario y de Borja en el primer equipo, ¿por qué no lo hacían público? ¿Por qué no los llamaban para decirles cuándo se entrenaba? Efectivamente, mi impaciencia y mis sospechas iban a tener fundamento.
¿Saben ustedes cuándo se pusieron en contacto con Borja? El día 23 de julio. Exacto, el día de antes de empezar la pretemporada. Pero ya las cosas habían cambiado y el objeto de la llamada era otro. Salvador Márquez llamó a nuestro canterano para decirle que, para ser miembro de la primera plantilla, debían convencer a Valenciano y a Fernando Campos de quedarse. El sueño se había convertido en pesadilla en cuestión de un mes.
Después de aquella llamada, todo tornó a gris y lo que antes era ilusión por un puesto que nuestro canterano se había merecido a base de esfuerzo, sacrificio, humildad, liderazgo y sobre todo buen fútbol durante largos e intensos 10 años, ahora era un reto casi imposible.
El mismo día del primer entrenamiento, se presentó a Sergio García y con él, las esperanzas de conseguir una de las fichas sub-23 se iba disipando y solo había una plaza para Mario y Borja. El caso de Jandra es distinto del de Mario y Borja, puesto que él aspiraba a una ficha profesional y no sub 23, y su camino era bastante más empedrado que el de los nuestros. Aunque el decepcionante y triste resultado a fin de cuentas, fue el mismo.
No obstante, nuestro canterano se centró en seguir peleando por lo que siempre ha querido: formar parte del primer equipo. A pesar de los obstáculos y a pesar de los rumores, como un auténtico lagarto. Y, su familia, estuvo ahí siempre. En cada entrenamiento, en cada balón dividido.
En ese primer entrenamiento, no os mentiré si os digo que lo jugamos con él. Era tal la presión que tenía encima que no sabía ni cómo pudo ponerse las botas. Se estaba jugando un puesto en el club de su vida, lo que siempre había perseguido y que por derecho se había ganado.
La anécdota de ese primer entrenamiento la protagonizó nuestro canterano al llegar a casa. Como siempre que entrena, mi padre saca las botas de mi hermano para echarle una crema para cuidar la piel. Y, cual fue nuestra sorpresa: las botas no estaban. Mi padre fue a echarle la bronca a mi hermano por perder unas botas que habían costado muchísimo y la respuesta de mi hermano fue "las botas se las quedan ellos, yo solo me encargo de llevar la cartera y las llaves del coche. ¡Si nos llevan hasta fruta!". Todo esto se queda en una anécdota para un chaval que, como canterano, pocas veces ha visto ese trato tan profesional en un equipo de fútbol. Estaba en una nube.
Y así, llegamos al 27 de julio. Primer partido amistoso y los nervios y la presión por jugar y convencer era patente. Nadie puede ni siquiera imaginar la tensión y la presión con la que nuestro canterano jugaba. Imaginad por un momento que os ofrecen el puesto de trabajo de vuestros sueños y que, para ello, vais a estar a prueba dos semanas y tenéis que convencer al jefe para que os quedéis. Solo imaginadlo.
Ese 27 de julio de 2017 quedará en nuestro recuerdo como el día en el que nuestro canterano debutaría con el Real Jaén. No era partido oficial, pero para nosotros era ver un sueño hecho realidad. Verlo jugar en el primer equipo era algo más que un partido. Sus ojos al terminar ese partido no tenían precio.
Los partidos de pretemporada se sucedían y bajo mi criterio y el de muchos aficionados lagartos, nuestro canterano no desentonaba con respecto a los demás. Es más, hubo partidos como el del Granada B en el que los chavales más jóvenes dieron una mejor versión.

Nuestro canterano estaba dando pasos dentro de lo delicada que era la situación. En el partido contra el Algarrobo, Borja saldría de titular y disputaría sus últimos 45´ en el Real Jaén.


Pero, tras ese partido, nuestro sueño se iba a romper por completo con los rumores que nos llegaban desde fuera. No se iban a quedar ninguno de los que estaban a prueba: ni Borja, ni Mario, ni Jandra.
No esperábamos que se ayudase a nuestro canterano (porque jamás pidió ni necesitó ayuda para llegar a donde había llegado) pero, al menos, que fuesen francos con mi hermano y decirle lo que nos enteramos después: que antes de empezar la pretemporada, sabían que no se iban a quedar con ninguno de los que estaban a prueba. Me ahorraré la opinión que tengo pero si diré que, si no tenían intención de quedarse con ninguno, ¿les costaba mucho trabajo hablar con claridad en el mes de junio y decirles buscad el mejor futuro para vosotros? Pues no, como siempre.
Nuestro canterano había esperado a su Real Jaén. Le guardó la cara por delante de equipos de 3ª División que le habían ofrecido un puesto en sus equipos. Un Real Jaén que no fue ni justo ni humano con Borja dejándolo a su suerte un 7 de agosto.
Más allá de las oportunidades que nuestro canterano había dejado pasar, fueron las formas y los "feos" a esos chavales que lo único que querían era jugar en el equipo de su vida a pesar de los intereses, los rumores y los compadreos. Y, por encima de todo, ¿dónde iba a jugar nuestro canterano un 7 de agosto con todas las plantillas cerradas? Todas las puertas que un día se abrieron, ya estaban cerradas.
Citaron a Borja el 7 de agosto para comunicarle la decisión de que su periodo en el Real Jaén, tras 10 años llevando ese escudo a lo más alto, había llegado a su fin. Entonces, lo citarían un par de días después para recoger la carta de libertad. Y allí estaban mi padre, mi hermano y una persona importante del entorno deportivo que tuvo la desfachatez de ofrecerle una cesión con condiciones ridículas e insultantes para alguien que lo había dado todo y más por el Real Jaén. Por supuesto, demasiado dolor para Borja que veía como su propio club le cerraba las puertas.
Esta persona también tuvo la poca vergüenza de decir "¿qué cantera tiene el Real Jaén? Canteras buenas las de Granada, Málaga, Córdoba...Pero aquí en Jaén no hay cantera". Precisamente no hay cantera por personas como usted. Han tenido equipos del Real Jaén compitiéndole lideratos a Málaga, Granada y Córdoba. Aunque, claro, hay que informarse primero y esta persona no sabía ni siquiera de lo que jugaban Borja y Mario. No habían pedido ni siquiera informes para saber cómo y dónde jugaban.
Creedme si os digo que estas líneas no las escribo con rencor. Yo he aprendido a perdonar y, la gente que me conoce, sabe que después de cada tropiezo hay una puerta que se abre. Estas líneas salen para que los lagartos, los aficionados del Real Jaén de corazón, sepan lo que se hace a la sombra en el club. Ese proyecto de cantera, el del "Todos Sumamos" (menos la cantera), que finalmente ha resultado con una desaparición del senior B, con un abandono aparente de la cantera y con las salidas de gente con proyección como Adri, Rentero, Jandra, Mario, Álvaro, Borja, Jose Antonio o muchos más canteranos que vieron como su club les daba la espalda y que otros clubes sí han sabido valorar.
Pasaron los días y el ambiente en mi casa era el mismo que el de un cementerio. Un silencio sepulcral y no os engañaré, yo tenía rabia por ver lo que había pasado y cómo se había manejado esta situación. La nota "cómica" de la situación vino en el programa Minuto 90, cuando Valenciano tras ser preguntado por Manolo García por lo que había pasado con Borja, Mario y Jandra, dijo textualmente: "No es que no convenciesen, no se ha dado a lo mejor la información debida. El caso de Borja y Mario entendemos que son futbolistas que, a día de hoy, no puedan tener minutos pero ¿qué no sean válidos? Ni mucho menos". Hasta aquí, todo correcto y hasta incluso podría estar de acuerdo. Lo gracioso viene a continuación: "Entonces, se les ofreció la posibilidad de que siguiesen en el Jaén. Ellos no han aceptado eso y han seguido su camino". (Minuto 30:00 para los que quieran verlo y oírlo)
Las verdades a medias, no son verdades. Así que ha llegado el momento de desvelaros cuál fue esa "maravillosa" oferta de cesión para Borja. La cesión tenía tres condiciones:
- Nuestro canterano era el que tenía que buscarse el equipo al que iba a ser cedido. No sé si merece calificación y opinión ésto.
-Al buscarse el equipo, nuestro canterano tenía que negociar sus condiciones con ese club, en cuanto a dinero para gasolina al menos.
-El Real Jaén se quedaba con los derechos deportivos de nuestro canterano en los 3 años de ficha sub 23 no pudiendo aceptar ni negociar mejores condiciones o clubes sin que el Real Jaén negociase con ellos.
¿Alguien puede explicarme qué ventaja saca Borja de esa insultante y vergonzosa oferta de cesión? ¿Me podría decir alguien si aceptaría un trato ventajoso solo para el club y después de lo que habían hecho? ¿Ustedes aceptarían la situación y, posteriormente, esa oferta de cesión? Por mucho amor a unos colores y al escudo, esa oferta no hizo más que humillar más a un jugador criado en su propia casa y que había recibido una auténtica bofetada.
Y, todavía estoy esperando a que desde algunos medios de comunicación se les dé al menos la oportunidad de refutar todas esas mentiras que se han dicho de Borja y Mario. Pero ya es tarde para eso.
Muchos aficionados lagartos supieron y apoyaron a nuestro canterano en el momento más duro de su carrera deportiva e incluso no entendían cómo dejaban irse a jugadores con proyección. Gracias a los que estuvieron ahí cuando tocaba, no después.
Este capítulo está siendo muy difícil de escribir para mi, puesto que lo que menos quiero es dañar a mi hermano y quizá con esto que escribo, pueda hacerlo. En Jaén somos así de fanáticos. Creedme que, si algún día tiene que volver, sabed que volverá por la puerta grande.
Por supuesto este es mi punto de vista. Ni esto son palabras de mi hermano ni de nadie más. Son palabras mías y por supuesto quedo esclava de ellas. Reitero que este capítulo quiero que lo lean, por encima de todos, los lagartos que aman este club como suyo que es, como lo amaba mi hermano a pesar de todo y sin tener que mediatizar su situación. Comprensible es su rencor hacía un escudo, algunos medios de comunicación y unos aficionados que miraron para otro lado. Qué razón tiene ese famoso dicho en Jaén: "A Jaén se entra y se sale llorando".
No quiero que penséis "claro, están dolidos por la situación". No, lo que quiero que penséis es "gracias a este capítulo, sé qué ocurrió con esos dos chavales que apenas sabíamos cómo se llamaban y que ni siquiera nos enteramos de que se habían marchado". Ni siquiera un comunicado para desearles lo mejor o para que se supiera que no pertenecían ya al Real Jaén.
Que a nadie se le olvide que hemos pasado 10 años en el club que nos ha visto crecer y al que, por más guantazos que nos haya dado, no podemos odiar. Lo que no puedo permitir es que situaciones como las de mi hermano y Mario queden en el baúl de los recuerdos. Principalmente por las formas que tuvieron con ellos. No pretendáis tacharlos de que no aman a este club a unos niños que han luchado por él con uñas y dientes, que lloraron cuando ascendimos a 2ª y cuando bajamos a 2ªB y 3ª. No pretendáis mancharlos ni tacharlos de que no quieren este club.
Sin equipo, sin ilusión y con la firme intención de dejar el fútbol, nuestro centrocampista había recibido un golpe que lo dejó K.O.
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